Para San Juan, sardinas!
Hay varias referencias que dicen que en unos inicios, para la noche más larga del año, para la noche de los duendes, las brujas y los deseos quemados, la tradición decía de comer sardinas durante la cena.
Quizás con los años se ha ido perdiendo esta tradición y ha perdurado, solo, la de comida la coca.
Pero qué podemos extraer que nuestros ancestros comieran sardinas para celebrar el inicio del verano? Las tradiciones que celebramos van intensamente ligadas a la estacionalidad de los productos que las rodean. Antes, los productos no se mantenían en buenas condiciones durante tanto tiempo (si no se los aplicaba ningún proceso para alterar las condiciones) y es por eso que la gastronomía que se vincula a cada tradición está formada por alimentos de temporada.
Esto que está tan de moda últimamente, el Km0, los productos ecológicos y sostenibles y otras muchas cosas similares es lo que antes decían «aprovechar lo que nos da la tierra, o en este caso, el MAR».
Si durante el mes de junio la sardina empieza a estar más grasienta, más llena y, por lo tanto, con un sabor y un aroma mucho más intenso, es en esta época que se tiene que empezar a consumir y a disfrutar de este maravilloso producto.
No quiere decir que no podamos consumir durante otras épocas del año, pero el que tiene más sentido, y el que nos enseñan nuestros abuelos y abuelas, es que el más inteligente es hacerlo durante el verano. Cuando la Sardina está en su punto álgido y podremos disfrutar al 100%.
Si no sabíais de la existencia de esta tradición, os invitamos, igual que hacen en muchos pueblos del sur de España, a continuar celebrando el inicio de verano con este magnífico producto del mediterráneo.
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