Consejos para cocinar el pulpo
Una pequeña introducción
El pulpo es de bajo contenido calorico pues contiene cerca de un 90% de agua, un 10% de proteínas y prácticamente ningún hidrato de carbono. Las grasas representan solo un 1% y predominan los mono e polisaturados que son los beneficiosos para nuestra salud. Referente a su contenido en colesterol cabe destacar que es bajo, parecido al del pescado, a diferencia del resto de moluscos y crustáceos. Por su origen marino es muy rico en minerales destacando el calcio, el yodo, el potasio, el zinc y el silenio y por lo que hace referencia a las vitaminas sobre todo B3 y B12 con múltiples funciones en nuestro organismo.
La cocción del pulpo
El pulpo requiere una buena cocción para ser comestible, y se tiene que hervir antes de cocinarlo de manera que quede tan tierno como sea posible.
Cocción con agua
– Al que todo el mundo coincide: Congelarlo previamente dos o tres días porque el frio rompa las fibras del animal y así sea más fácil cocerlo
– La forma clásica: cuando no hay la posibilidad de congelación, cogeremos el pulpo por las patas y lo ablandaremos con golpes para romperle las fibras.
Una vez blando por conjelacion o por “paliza”, se trata de poner en una cazuela o una olla grande con abundante agua al fuego y cuando empieza a hervir lo sumergimos y sacamos 3 veces, cosa que facilita que se rompan aún más las fibras y que la carne quede blanda.
Cuando el agua vuelve a hervir, volveremos a poner el pulpo y lo dejaremos cocer 20 minutos por quilo de peso, aproximadamente. Una vez transcurrido el tiempo lo pinchamos y si aún no es bastante blando lo dejamos 5/10 minutos más, reposando dentro del agua de cocción. El tiempo siempre dependerá de varios factores, pero sobre todo de la calidad del pulpo y del agua que utilizamos.
Cocción sin agua
Se trata de poner en una cazuela o en una olla con fondo amplio al fuego, no muy amplio, y cuando está caliente ponemos el pulpo entero, removemos un poco para que no se pegue y el solo empezará a dejar agua. Lo taparemos, y reduciremos un poco el fuego y lo dejaremos cocer el mismo tiempo que si lo hirviésemos, al menos 25/30 minutos para un pulpo grande. Es importante utilizar una cazuela no muy ancha porque el líquido que deja el animal durante la cocción llegue más arriba y se cueza más.
El resultado es el mismo que hirviendo el pulpo, exceptuando que la piel no queda tan entera, eso sí, con la misma textura y mismo sabor.
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